Clasificación botánica
Familia: Rubiaceae
Theobroma cacao, conocido como el árbol del cacao o cacaotero, es una planta originaria de América del Sur, desde México hasta Brasil, especialmente en las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas, de donde se cree que proviene.
Este árbol, que alcanza entre 6 y 10 metros de altura, prefiere crecer en zonas bajas, húmedas, sombrías y cálidas. Generalmente se cultiva a la sombra de árboles más grandes, como las leguminosas, que fijan el nitrógeno en el suelo. El cacaotero está ramificado en la parte superior y tiene un tallo erecto de unos 2 metros de altura, con madera frágil y blanquecina. Sus hojas son perennes, de un verde oscuro, simples, alternas, lanceoladas y de unos 10 a 15 cm de largo. Las flores son pequeñas y surgen directamente del tronco y las ramas principales, siendo polinizadas por diminutas moscas llamadas "lolka".
El fruto es una baya oblongoide, de unos 30 cm de largo y hasta 10 cm de ancho, con una corteza rugosa y coriácea de aproximadamente 4 cm de grosor. Este fruto puede pesar hasta 500 gramos y su color varía entre el rojo y el amarillo púrpura. En su interior contiene una pulpa rosada, mantecosa y dulce que rodea entre 30 y 50 semillas, conocidas como habas de cacao, que son amargas y ricas en taninos.
Variedades del cacao
Existen dos variedades nativas de cacao: el cacao criollo y el cacao forastero, junto con diversas especies híbridas. El cacao criollo, encontrado por Hernán Cortés en México, es nativo de varios países de América Latina y el Caribe, y es altamente apreciado por su bajo contenido en taninos, aunque representa solo el 10% de la producción mundial debido a su fragilidad. El cacao forastero, originario de la Amazonia, es más resistente y se utiliza para dar cuerpo a las mezclas de cacao, aunque posee un aroma más inestable y mayor contenido en taninos. Entre las variedades híbridas, la más destacada es el trinitario, un cruce entre criollo y forastero, originado en la isla de Trinidad.
Historia y etnobotánica
Los primeros registros arqueológicos del cultivo del cacao datan del 1100 a.C. en Honduras, aunque se cree que su origen se remonta a la cuenca amazónica, donde se utilizaba ya en el 4000 a.C. Los mayas llamaban al árbol Ka'kaw y su fruto fue fundamental en su cultura, siendo considerado símbolo de vigor y longevidad. Utilizaban el cacao para preparar una bebida amarga llamada chocolhaa, reservada para la realeza y los rituales sagrados.
El cacao también tuvo un gran significado en la civilización azteca, donde la leyenda lo atribuía como un regalo divino de Quetzalcóatl, el dios de la sabiduría. La bebida de cacao, conocida como xocolatl, era altamente valorada y se utilizaba como moneda en el comercio.
El consumo de cacao se expandió a Europa tras la llegada de los conquistadores españoles. Hernán Cortés fue quien lo introdujo en la corte española, donde se popularizó su consumo mezclado con azúcar. A lo largo de los siglos, el cacao se fue transformando en el chocolate que conocemos hoy en día, especialmente gracias a los avances en su procesamiento durante el siglo XIX, como la creación del chocolate con leche por los suizos.
Efectos y propiedades
El cacao contiene varios compuestos que influyen en el estado de ánimo, como la cafeína, la teobromina y el triptófano, precursor de la serotonina. Aunque el contenido de cafeína en el cacao es moderado, comparable al de una taza de café descafeinado, su efecto relajante puede deberse a la combinación de estos compuestos. También se ha encontrado en el cacao pequeñas cantidades de sustancias similares a la anandamida, un cannabinoide endógeno, que podrían contribuir a su efecto sobre el bienestar.
Estudios recientes sugieren que el consumo de cacao puede aumentar la producción de ondas cerebrales asociadas con la relajación y la disminución de la ansiedad. Además, el chocolate dulce estimula la liberación de endorfinas, lo que podría explicar su capacidad para aliviar el dolor y la adicción moderada que algunas personas experimentan hacia él, especialmente en mujeres con síndrome premenstrual.
Fuente
Guía de las plantas psicoactivas; historia, usos y aplicaciones. Dr..J.L. Berdonces